Desde la eternidad en cada ente naces,
en todas las esencias clamas con ardor,
ni ciencia, ni arte, ni certeza,
busqué sabiduría y me diste amor.
Incesante intriga introductoria,
Breve endecha, inexorable brecha,
teorías, tesis, y la notoria
intima incertidumbre insatisfecha.
El que bebió cicuta y verdad,
el que nos desató en la caverna,
el que dio al mundo la circularidad,
no pudieron más que hacerte eterna.
Ya mi alma no está dormida,
me robasté entera mi inosencia,
y por tal horrible insolencia,
no puedo más que estar agradecida.
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